Hay muchos sitios interesantes para conocer en Japón. Si no tienes mucho dinero para moverte por todo el país y piensas concentrarte en Tokio y alrededores te tengo una propuesta: viaja un poco más lejos, aunque sea un día, y visita Hiroshima. Puedes llegar en algunas horas usando el shinkansen, el tren bala japonés.
Hiroshima ostenta el triste título de ser la primera ciudad atomizada del mundo: el 6 de agosto de 1945 a las 8:15 de la mañana un bombardero estadounidense dejó caer la primera bomba atómica utilizada en una guerra. Se estima que murieron entre 90 y 166 mil personas entre la explosión y los efectos radioactivos posteriores. La visita a Hiroshima y su museo y parque memorial eriza la piel.
Hay postales clásicas de Hiroshima, como el edificio medio derruido, la Campana de la Paz y el perfil del museo. Por allí también se esconde una placa que marca el punto cero de la explosión: contiene una imagen del desastre y la gente suele dejar flores y grullas de papel en memoria de los muertos. Está a sólo cinco minutos de andar del edifico en ruinas.
La entrada al museo no se cobra, apenas tiene una tarifa mínima que se pide como colaboración. Dentro está la historia, los mapas, las fotos, objetos y mucho más sobre la explosión de Hiroshima y sus víctimas. Hay frascos que muestran las deformaciones producidas por la radiación, una sección que muestra lo que sucedió con los metales, maderas, piedras y cristales ante la ola de calor, hay vídeos, fotos y muchos efectos personales que fueron encontrados entre las ruinas de esta ciudad japonesa que hoy, salvo este parque y museo, está como nueva.